Estrategias de Marketing 360: ¿Por qué son esenciales para mi negocio?

Realiza un estudio de mercado para conocer las características, necesidades y preferencias de tu público objetivo, así como los medios que utilizan para informarse y comunicarse.

Elige los canales que mejor se adapten a tu marca, a tu público y a tu presupuesto, y que te permitan crear una sinergia entre ellos. Por ejemplo, puedes combinar redes sociales, email marketing, blog, podcast, webinars, eventos, publicidad online y offline, etc.

Crea un plan de acción para cada canal, definiendo los objetivos, las acciones, el calendario, el presupuesto y los indicadores de medición.

Asegúrate de que tu mensaje sea coherente y consistente en todos los canales, y que refleje la identidad y los valores de tu marca.

Utiliza herramientas de monitorización y análisis para medir el impacto de tus acciones y el retorno de la inversión, y ajusta tu estrategia según los resultados.

Segmenta tu público objetivo según sus características demográficas, geográficas, psicográficas y comportamentales, y crea perfiles o buyer personas que representen a tus clientes ideales.

Diseña un mapa de viaje del cliente o customer journey map, que muestre las diferentes etapas por las que pasa tu cliente desde que conoce tu marca hasta que realiza una compra o se fideliza.

Crea contenidos de valor para cada etapa del viaje del cliente, que respondan a sus dudas, necesidades y expectativas, y que lo guíen hacia la acción deseada. Por ejemplo, puedes ofrecer ebooks, infografías, vídeos, tutoriales, casos de éxito, testimonios, ofertas, etc.

Utiliza herramientas de automatización y personalización para enviar los contenidos adecuados al momento adecuado, según el comportamiento y las preferencias de cada cliente. Por ejemplo, puedes usar email marketing, chatbots, landing pages, etc.

Solicita feedback a tus clientes para conocer su opinión sobre tu marca y tus contenidos, y utiliza esa información para mejorar tu estrategia y tu relación con ellos.

Define tu propuesta de valor única o unique selling proposition (USP), que es lo que te diferencia de tu competencia y lo que te hace especial para tu público objetivo.

Crea una imagen corporativa o branding que refleje tu propuesta de valor única y los valores de tu marca. Esto incluye el nombre, el logo, los colores, las tipografías, el tono de voz, etc.

Aplica tu imagen corporativa a todos los elementos visuales y verbales de tu marca, tanto online como offline. Por ejemplo: página web, tarjetas de visita, folletos, redes sociales, email marketing, etc.

Crea una comunidad alrededor de tu marca, involucrando a tus clientes, proveedores, empleados, colaboradores, etc. Puedes usar redes sociales, foros, blogs, newsletters, eventos, etc. para generar conversación e interacción con ellos.

Ofrece pruebas sociales o social proof que demuestren la calidad y la eficacia de tu producto o servicio. Por ejemplo: opiniones, valoraciones, comentarios, reseñas, testimonios, casos de éxito, etc.

Define los objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) que quieres conseguir con tu estrategia de marketing 360.

Elige los indicadores clave de rendimiento o key performance indicators (KPI) que te permitan medir el grado de cumplimiento de tus objetivos. Por ejemplo: tráfico web, leads, conversiones, ventas, ingresos, coste por adquisición, etc.

Utiliza herramientas de analítica web y de marketing para recopilar y procesar los datos de tus acciones y canales. Por ejemplo: Google Analytics, Google Ads, Facebook Ads, Mailchimp, etc.

Crea informes periódicos que muestren los resultados obtenidos y el retorno de la inversión. Compara los resultados con los objetivos y con los resultados anteriores, y detecta las fortalezas y las debilidades de tu estrategia.

Implementa acciones correctivas y preventivas para mejorar tu estrategia y tus resultados, y realiza pruebas A/B para comprobar qué funciona mejor.